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Duodenitis crónica: síntomas, causas y claves para aliviar esta inflamación digestiva

Gastroenterólogo hace diagnóstico de duodenitis

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La duodenitis crónica es una condición de salud que tiene una prevalencia preocupante en todo el mundo, pero sobre todo en personas de 50 a 69 años que se encuentran en regiones con bajo índice de desarrollo social.

Según un estudio titulado Global burden and risk factors of gastritis and duodenitis: an observational trend study from 1990 to 2019, tan solo en 2019 se registraron más de 31 millones de pacientes de duodenitis y gastritis, un número bastante alto, que demuestra la importancia de la prevención y el tratamiento adecuado para este tipo de condiciones.

En este artículo explicamos qué es la duodenitis crónica, cuáles son sus síntomas más comunes y qué factores pueden desencadenarla; además, comentamos estrategias efectivas para aliviar la inflamación, incluyendo cambios en los hábitos alimenticios que pueden marcar una gran diferencia en el bienestar digestivo.

¿Qué es la duodenitis crónica y cómo afecta al duodeno?

Según Cleveland Clinic, la duodenitis crónica es una inflamación persistente de la primera parte del intestino delgado, conocida como duodeno. Generalmente se produce por infecciones causadas por la bacteria Helicobacter pylori, el exceso de ácido estomacal o el uso excesivo de analgésicos, pero la lista de causas es muy amplia.

Lo que sucede en estos casos que mencionamos es que el sistema inmunológico detecta una amenaza en esta parte del cuerpo, y desencadena un proceso inflamatorio para combatir cualquier germen o bacteria que pueda causar una infección.

En la mayoría de los casos la duodenitis es una condición de corta duración y no es grave, aunque también puede presentarse como una enfermedad crónica de larga duración y con diferentes efectos negativos sobre el bienestar de quienes la padecen. En el apartado que sigue explicamos mejor cuáles son las diferencias entre una duodenitis aguda y una duodenitis crónica. 
 

Tipos de inflamación en el duodeno

Healthline habla sobre la duodenitis, y resalta que se puede presentar de manera aguda o de manera crónica. La principal diferencia está en que la duodenitis aguda aparece de repente y tiene una corta duración; mientras que la duodenitis crónica puede progresar lentamente y durar desde meses hasta años.

Por otra parte, hay que mencionar que también se puede clasificar la duodenitis como erosiva o no erosiva, lo cual se refiere a si la inflamación ha llegado a producir daño visible en la mucosa duodenal.

La duodenitis erosiva implica la aparición de pequeñas úlceras, lesiones o zonas de sangrado en la superficie del duodeno. En cambio, la duodenitis no erosiva se presenta con inflamación sin daño visible a simple vista, y muchas veces sus síntomas son más sutiles.

También es importante diferenciar la duodenitis de otras enfermedades digestivas similares como la gastritis y la enteritis. El artículo de Cleveland Clinic que citamos en el apartado anterior señala que las diferencias se encuentran en la zona que afectan, ya que la gastritis se produce en el revestimiento del estómago, la enteritis en el intestino delgado, y la duodenitis en la primera parte del intestino delgado. 

Principales síntomas de la duodenitis crónica

Los síntomas de la duodenitis crónica son muy variados, y cada persona los experimenta de forma diferente. Pueden ser leves o graves, y dentro de los más importantes, según WebMD, se encuentran:

  • Sentirse lleno poco tiempo después de comer.
  • Gases o flatulencias.
  • Hinchazón.
  • Sensación de estar enfermo del estómago.
  • Náuseas y vómitos.
  • Calambres.
  • Pérdida del apetito.
  • Fatiga.
  • Dolor abdominal y sensación de ardor en el estómago.

Algunos de estos síntomas también son comunes en otras condiciones de salud, por lo que lo mejor es acudir a un médico para hacer una evaluación y determinar de qué se trata. En los casos más graves, la duodenitis también puede provocar sangrado en el tracto digestivo, algo que se puede ver tanto en el vómito como en las heces.

Médico evalúa a paciente con duodenitis

Causas más frecuentes de la duodenitis crónica

Un artículo titulado Imaging spectrum of nonneoplastic duodenal diseases señala que la duodenitis crónica tiene causas infecciosas y no infecciosas. Esto quiere decir que esta afección puede originarse tanto por la presencia de microorganismos como por factores mecánicos, químicos o inmunológicos que no implican infección.

Entre las causas infecciosas, la más común es la bacteria Helicobacter pylori, un microorganismo que puede alojarse en la mucosa gástrica y duodenal, causando una inflamación prolongada que, si no se trata adecuadamente, puede derivar en úlceras

En cuanto a las causas no infecciosas, una de las más frecuentes es el uso crónico de antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno o el naproxeno. Asimismo, se destacan el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el estrés crónico y ciertos trastornos autoinmunes, en los cuales el propio sistema inmunológico ataca de manera anormal los tejidos sanos del aparato digestivo.

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Factores de riesgo que pueden agravar la duodenitis crónica

Los factores de riesgo de la duodenitis están vinculados a las causas que ya comentamos, especialmente, al abuso de las bebidas alcohólicas, el consumo de tabaco, el estrés crónico y cierto tipo de infecciones.

Sin embargo, la lista es más larga y, según Loyola Medicine, también incluye enfermedades del tracto gastrointestinal como la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la producción excesiva de ácido estomacal y las lesiones abdominales dentro o cerca del duodeno.  

Complicaciones que pueden surgir sin tratamiento adecuado

Tratar la duodenitis crónica es sumamente importante ya que, de no hacerlo, se pueden presentar complicaciones como:

  • Duodenitis péptica: conlleva a una inflamación grave y prolongada del duodeno, sobre todo cuando no se toma control sobre los factores de riesgo.
  • Úlceras duodenales: son unas llagas abiertas que en algunas ocasiones pueden sangrar, causar dolor y malestar generalizado.
  • Deshidratación: debido a que algunos de sus síntomas son la diarrea y los vómitos, las personas también pueden deshidratarse. Esto es peligroso, sobre todo en niños y en adultos mayores de 65 años.
  • Deficiencia de hierro: debido a que esta parte del intestino interviene en la absorción de nutrientes, es posible que la inflamación dificulte la absorción de hierro, un nutriente fundamental en la producción de glóbulos rojos. Una complicación asociada a esto es la anemia ferropénica.

Tan pronto como se experimenten los primeros síntomas, es recomendable acudir a un centro de salud para obtener un diagnóstico y recibir el tratamiento correspondiente.

Paciente con duodenitis en consulta médica

¿Cómo se diagnostica la duodenitis crónica?

Saint Luke’s explica cómo se hace el diagnóstico de la duodenitis crónica, y señala que lo primero es recibir una evaluación médica y, en caso de que se considere necesario, realizar los siguientes exámenes:

  • Endoscopia digestiva alta con biopsia: a través de este tipo de exámenes, se lleva un endoscopio desde la garganta hasta el estómago y el duodeno para ver su estado. También se puede tomar una biopsia del revestimiento del duodeno para un análisis de laboratorio.
  • Análisis de sangre, heces, biopsia gástrica o prueba de aliento: con este tipo de pruebas se busca determinar si hay bacterias como la Helicobacter pylori en el duodeno. En cuanto a los análisis de sangre, su propósito es determinar si la persona padece de la enfermedad celíaca.
  • Serie gastrointestinal superior: esta prueba es menos común, y consiste en radiografías del tracto gastrointestinal superior desde la boca hasta el intestino delgado.

De cualquier manera, queda bajo criterio del médico decidir qué tipo de prueba es necesaria para hacer el diagnóstico. 
 

Tratamientos habituales para aliviar la duodenitis crónica

Medical News Today habla sobre el tratamiento de la duodenitis crónica, y resalta que éste puede variar de una persona a otra. Además, explica que la efectividad de cada tratamiento depende de la causa subyacente de la duodenitis, y de la capacidad de la persona para llevarlo a cabo como corresponde.

En el caso de causas vinculadas a bacterias como la Helicobacter pylori, por ejemplo, el tratamiento incluye el consumo de ciertos antibióticos. De igual manera, se recomiendan otros medicamentos de venta libre para reducir la producción de ácido estomacal, bloqueadores de los receptores H2 como la famotidina, protectores gástricos y antiácidos de venta libre para controlar síntomas como el ardor de estómago.

Para asegurar la recuperación, los médicos pueden recomendar cambios en los hábitos alimenticios. Lo ideal es tener una dieta balanceada y consumir probióticos naturales.

Alimentación recomendada en casos de duodenitis crónica

Las personas con duodenitis deben cuidar su alimentación, no solo para complementar el tratamiento, sino para evitar complicaciones y malestar. Los alimentos picantes, y los cítricos, incluyendo todo lo que pueda contener tomate, puede causar ardor o dolor.

Lo ideal es tener una alimentación antiinflamatoria, incluyendo en la dieta frutas, verduras, productos lácteos bajos en grasa, pan integral, pescados y carnes magras.

Nuestro artículo sobre alimentos inflamatorios puede ser una muy buena referencia de lo que se debe comer, ya que en él explicamos qué tipo de alimentos ayudan a combatir la inflamación. 

Cuidados y prevención para mantener a raya la duodenitis crónica

Las recomendaciones para las personas que tienen duodenitis son tomar ciertas medidas para cuidar su salud y evitar que la situación se complique. En este sentido, se recomienda hacer lo posible por controlar el estrés, evitar bebidas como el café, la soda y las bebidas alcohólicas.

Asimismo, se resalta la importancia de evitar el consumo de productos antiinflamatorios sin supervisión. Lo ideal es que un médico realice el diagnóstico de la condición y que la persona siga el tratamiento que se le recomienda.

Hacerse revisiones médicas de forma periódica también es clave, ya que permite evaluar cuál es la respuesta de la persona al tratamiento, y determinar si es necesario tomar alguna medida adicional.

Para complementar y cerrar este apartado, recomendamos leer nuestro artículo sobre cómo combatir el estrés. Hay que tener presente que es un factor de riesgo importante, y se debe contar con suficientes herramientas para controlarlo. 
 

¿Cuándo acudir al especialista si sufres duodenitis crónica?

El artículo de Healthline que citamos antes recomienda acudir a un especialista si los síntomas de la duodenitis crónica no desaparecen después de al menos dos semanas de tratamiento.

También hay que prestar atención a algunas señales de alarma como tener vómitos durante dos días seguidos, tener diarrea durante más de 24 horas, tener signos de deshidratación y fiebre de más de 39 grados.