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La edad fértil de la mujer, ¿cuándo empieza y cuándo acaba?

Mujeres interraciales haciéndose una foto desde el suelo

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¿Cuándo acaba la edad fértil de la mujer?, ¿cuáles son los años en los que es más fácil concebir?, ¿es cierto que a partir de los 40 años existen riesgos para el embrión? Hay muchas preguntas que se hacen mujeres de todas las edades respecto a su salud, su edad fértil, el embarazo y algunos métodos anticonceptivos.

¿Cuál es la edad fértil de la mujer?

Lo cierto, es que a partir de los 30 años las posibilidades de concebir se reducen considerablemente. No importa tu salud, estilo de vida, alimentación o cuánto ejercicio físico practiques; con la edad, la cantidad de ovocitos disponibles y aptos para la fecundación se reducen.  

Tanto es así, que a partir de los 40 años las posibilidades de quedar embarazadas en el periodo de un año se reducen al 40%. 

Por otro lado, la información sobre la salud relacionada con la fertilidad, la menstruación y los ciclos reproductivos que alteran a nuestro organismo es a menudo insuficiente. Muchas mujeres no son capaces de detectar alteraciones en su menstruación o incluso quitan relevancia a dolores muy severos. Lo mismo puede ocurrir con el embarazo o la menopausia.  

Por ello, es importante tener un conocimiento más extenso y profundo sobre la salud de la mujer en las distintas etapas.  

¿Es diferente en cada mujer? 

Hay mujeres que tienen su primera menstruación a los 11 años o incluso un poco antes y otras tardan hasta los 14 o 15 años. Es decir, no hay una edad exacta. 

En el caso de la menopausia, la variación es aún mayor. Existen casos de mujeres con menopausia precoz, es decir, menopausia antes de los 40 años. Y también hay casos de mujeres que se acercan a los 60 años de edad para empezar a experimentar algunos de sus síntomas.  

No obstante, aunque la menstruación y la menopausia están directamente relacionadas con la edad fértil, su relación no es exacta. Una mujer puede empezar la menopausia a los 55 años de edad, pero quizá, desde sus 45 años las posibilidades de quedar embarazada sean prácticamente nulas. 

Por otro lado, aunque la menstruación comience a los 10 o 12 años de edad, la edad fértil de la mujer no alcanza su pico hasta a los 20 y 22 años. 

A partir de los 25 en general, la fertilidad suele ser descendiente, aunque de forma muy pausada. A esa edad las mujeres pierden estrógenos, colágeno… el cuerpo empieza a sufrir cambios hormonales. 

Aunque por supuesto la salud en términos generales, la fuerza y la energía e incluso las capacidades cognitivas pueden ir en aumento hasta los 35 años. 

Por ello, no conviene relacionar siempre el buen estado de salud o el aspecto físico con una mayor probabilidad de quedar embarazada. Los ciclos reproductivos operan de forma diferente y la edad siempre es crucial.  

¿Cuáles son los años más fértiles de la mujer? 

Los años más fértiles de la mujer van de los 18 años hasta los 30 años. Aunque al igual que en el caso anterior, variará en cada mujer. Por lo general, a partir de los 35 años y sobre todo, de los 40, las posibilidades de concebir un hijo se reducen considerablemente. E incluso las posibilidades de complicaciones durante el embarazo o el parto, aumentan.  

embarazada recostada y sujetándose la barriga descubierta

¿A partir de qué edad puede resultar complicado quedar embarazada? 

A partir de los 35 años de edad pueden surgir más complicaciones a la hora de quedar embarazada. Aunque generalmente la mayoría de mujeres no tienen impedimento para quedar embarazadas a esa edad, simplemente pueden tardar más en conseguirlo o sufrir algunas complicaciones. 

 

Ícono de un foco

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El desajuste entre nuestro cuerpo y estilo de vida

En los años más fértiles, es decir entre los 18 y 30 años, la mayoría de las mujeres aún no tiene su vida planeada de una forma que le permita tener hijos con cierta comodidad o estabilidad.  

Por ejemplo, la edad media para salir de casa de los padres en Chile, México, Argentina o Perú oscila entre los 27 y los 29 años. En Europa es cierto que en algunos países esta edad puede ser más baja, como en los países nórdicos, pero en la inmensa mayoría se aproxima a los 25 - 27 años de edad. 

En Estados Unidos, la edad a la que se independizan los jóvenes es a los 26 años. 

Todos estos datos sugieren que la mayoría de mujeres jóvenes no pueden hacer frente a un embarazo antes de los 30 años por motivos económicos. Es decir, que la mayoría de ellas espera a sus años de mayor estabilidad vital pero menor fertilidad para quedar embarazadas, por tanto las probabilidades de conseguirlo se reducen. 

Principales causas de infertilidad en las mujeres 

Estos son los problemas de infertilidad más comunes en mujeres de todas las edades: 

  • Incapacidad para ovular. 
  • Problemas en el ciclo menstrual. 
  • Infecciones. 
  • Síndrome de ovarios poliquísticos. 
  • Fibromas uterinos. 
  • Trastornos autoinmunes. 
  • Problemas estructurales del sistema reproductivo. 

Por otro lado, en ocasiones tras años tomando anticonceptivos hormonales las mujeres pueden tardar algunos meses en quedar embarazadas. 

Problemas de infertilidad a partir de los 40 años 

A pesar de que muchas mujeres puedan aparentar menos edad gracias a la genética, a un estilo de vida saludable, al deporte o al descanso, esto no tiene que ser igual a nivel reproductivo. Los 40 años son muy diferentes de los 30 años en cuanto a fertilidad. 

En general, a los 25 o 30 años las probabilidades de quedar embarazadas tras una relación sexual es de un 25%. Pero a partir de los 40 años la cifra cae al 10%.  

Asimismo, la cantidad de embriones con anomalías cromosómicas aumenta en un 85% a partir de los 40 años.  

También es más probable sufrir un parto prematuro o un aborto. Y es más habitual que la madre tenga diabetes gestacional e hipertensión arterial. 

La menopausia: ¿qué complicaciones pueden surgir? 

Cuando aparecen los primeros síntomas de la menopausia como los sangrados irregulares, empieza el periodo de perimenopausia, que puede durar entre 6 meses y dos años. Es un periodo en el que los síntomas se empiezan a manifestar poco a poco. 

La menopausia, o mejor dicho, sus síntomas pueden hacerse más largos. Los más habituales son: periodos de sangrado irregulares, sofocos, sequedad vaginal, aumento de peso, cambios en el estado de ánimo y problemas de sueño. 

Sin embargo, estos son normales si actúan de forma leve y en pequeñas dosis. Tampoco es habitual padecer todos los cambios. 

Por ello, si algunos se vuelven complicados o afectan a la calidad de vida de la mujer, lo mejor es acudir a un médico. 

Mujer madura con mucho calor abanicándose

Sin embargo, la sociedad y también la sanidad normaliza muchos de estos inconvenientes por considerarse una etapa inevitable. Y muchos problemas mayores pueden pasar desapercibidos con consecuencias muy negativas para la salud. 

Por ello, el conocimiento sobre la fertilidad y la salud reproductiva femenina es muy importante.

Concienciación sobre nuestros ciclos reproductivos y nuestro cuerpo

La concienciación sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo es crucial. En general, la medicina y también la sociedad han utilizado el cuerpo masculino como modelo de estudio adaptando el cuerpo de la mujer a este y ello ha tenido consecuencias negativas en el avance de la salud femenina hasta hace algunos años.  

También, algunos síntomas muy conocidos como el dolor del brazo ante un infarto, por ejemplo, solo ocurre en los hombres, de manera que las mujeres estarían menos prevenidas ante un posible ataque cardiaco pues no se lleva a la población la información necesaria sobre sus primeros síntomas. 

La importancia de acudir a la consulta del ginecólogo/a 

A partir de los 20 años de edad aproximadamente, o desde que una mujer es activa sexualmente, es importante acudir al ginecólogo de forma periódica. Estas revisiones que usualmente incluyen citologías y algunos análisis pueden ser muy importantes para detectar también problemas en el ciclo reproductivo, y a menudo dan avisos sobre la edad fértil de cada mujer.  

Por tanto, un chequeo completo cada dos o tres años puede ser la mejor forma de conocer nuestra salud reproductiva y nuestra fertilidad.


Amigas riéndose mientras se toman un café

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